12/12/09

Por fin había logrado escabullirse de los vanos intentos de sus amigas de hacerle sonreír. Salió afuera y sacó un cigarro y un mechero, robados del bolso de una la conocida de una amiga de su amiga (demasiado borracha como para recordar que tenía bolso). Se pusó el cigarro en la boca y lo encendió. Tanto tiempo sin fumar (casi tres años) y todo por la borda. Bueno, a estas alturas, le daba lo mismo. Entonces alguien apareció a su lado.

(...)

Intentó reunir las fuerzas que alguna vez había tenido, antes de entrar en esa relación autodestructiva. Entonces le miró y se arrepintió al instante. Tenía esa expresión que siempre la hacía caer de nuevo.
- Creí que no fumabas.
- Y yo que me querías.

2 comentarios:

  1. Me gusta como escribes ^^
    espero que continues
    te sigo, besos! :)

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  2. Adoro tu blog, en serio.
    Y respecto a lo escrito... No me gusta eso de tirar por la borda tres años de abandono de un vicio, pero he de reconocer que a veces es inevitable buscar un recurso (por muy desesperado que sea) de intentar calmar un dolor insoportable.
    ¡Un besazo!

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